¿Por qué cuando nos reunimos con amigos fuera del trabajo unos disfrutan contándonos lo que hacen y otros solo critican a su empresa?
¿Por qué hay tantas personas que creen que su labor en la empresa es un trabajo y su objetivo es pagar las facturas?
¿Por qué cuándo preguntamos a las personas dónde querrían trabajar, por lo general nos citan empresas con buen clima laboral?
¿Por qué, si la felicidad del ser humano se basa en gran parte en sus relaciones, muchas empresas no lo fomentan?
¿Por qué, si se ha demostrado que a mayor felicidad en la empresa es mayor el rendimiento laboral, la reputación para contratar y retener el mejor talento, muchas organizaciones no se preocupan de ello?
¿Podría ser que el problema no radique en que los directivos no crean en la felicidad interna, sino que no sepan cómo ponerla en práctica sin ceder poder y control?
¿Podría ser que los directivos crean que son mejores que los empleados y que por lo tanto las decisiones deben partir de arriba hacia abajo?
Para alcanzar el objetivo de vivir en un entorno laboral feliz hacen falta dos cosas: que los líderes lo conviertan en una prioridad y que la comunicación integral interna y externa sean impecables.
Conocer las expectativas del líder o líderes de la empresa respecto al clima laboral es esencial para elaborar una estrategia que permita una mejora escalonada y substancial en la realidad y la percepción de la marca. Sorprende el darse cuanta que muchos líderes desearían poder crear un clima laboral positivo y entusiasta, pero no encuentran el camino para llegar a ello.
Y en muchas ocasiones es utilizando la comunicación que pueden sintetizarse las creencias de los líderes y cambiar las actitudes tanto de los directivos como de los empleados.
Para poder ser certeros en ese camino progresivo hacia a la felicidad laboral, deben conocerse las vivencias de los empleados, sobretodo, los momentos en que los empleados se sintieron más involucrados en la empresa, en que mas disfrutaron de su trabajo, que más queridos se sintieron y que más aprendieron.
Las expectativas de los líderes y las vivencias positivas de los empleados es lo que nos permitirá elaborar un plan escalonado de transformación del clima laboral a medida. Porque no todos los líderes son iguales ni todos los empleados sienten lo mismo.